Soto Grado sustituyó a Martínez Munuera como árbitro del Alavés-Real Madrid, por la paternidad del segundo, y tuvo el foco puesto en Mendizorroza con la polémica.

Venía de expulsar a Vinicius en Mestalla y el madridismo, encendido con él, estaba a la espera de un encuentro en el que sería protagonista. El foco estaba puesto sobre su figura y firmó un festival esperpéntico en apenas 20′ de partido.

Para empezar no pitó un penalti claro de Owono que obstaculizó a Arda Güler cuando se plantaba en un claro mano a mano y la jugada estaba totalmente fuera de control para el portero babazorro.

Se inventa una falta de Rüdiger en el 0-1

Más allá de esa acción, por la que ni le llamaron desde la sala VOR para ir al VAR, Soto Grado le anuló un gol totalmente legal a Asencio en el minuto 19 de partido.

Tuvo que ver una revisión de la jugada en el monitor y terminó anulándolo por falta de Rüdiger, una que solo vio él y los que estaban en el VAR, por tocar ligeramente al portero en el área pequeña cuando iba a intentar el remate y justo antes de que lo hiciera Asencio en el segundo palo para poner el 0-1. El gol lo dejó anulado y no subió al electrónico.

Acierta en las expulsiones a Mbappé y Manu

A su vez, en el minuto 38 le sacó tarjeta roja a Kylian Mbappé dejando al Real Madrid con 10 futbolistas en el verde tras una nueva revisión de VAR en la que Gil Manzano le llamó para revisar el monitor por la amarilla mostrada, en primera instancia, sobre Antonio Blanco.

También acertó en la roja mostrada a Manu Sánchez por cortar un contragolpe de Vinicius Júnior de manera temeraria y contactando con la pierna del futbolista brasileño.

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Periodista deportivo y cursando por la Licencia UEFA PRO de Fútbol.

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