El Real Madrid se adelantó, pero se vio remontado en el Benito Villamarín. Cardoso e Isco voltearon el electrónico y provocaron la segunda derrota en Liga en 2025. Gatillazo en un momento inesperado y a las puertas de jugarse el pan en Europa.

El calendario apenas le da tregua al Real Madrid. Venían de asaltar Anoeta (0-1) en la Copa, tocaba jugar en el Villamarín y ya se vislumbran los octavos de final de la Champions League ante el Atlético de Madrid. Y la soga al cuello, en forma de lesión o contratiempo, ya que cayó Ceballos, hizo lo propio Valverde y Bellingham estaba sancionado. El ritmo de partido, sin embargo, no se detiene.

Los de Carlo Ancelotti propusieron un once con rotación. Regresaban Courtois y Mbappé, Brahim hacía de Bellingham y Alaba desplazaba a Asencio al banquillo. Camavinga, por su parte, también aparecía como suplente en el Villamarín.

El Real Madrid golpeó primero, en el 10′, con una genialidad absoluta de Kylian Mbappé y Ferland Mendy. La embocó, a puerta vacía, Brahim Díaz llegando poderoso para sentenciar el pase de la muerte del lateral francés. El 0-1 le dio una tranquilidad a los madridistas que se vio alterada por el empuje de los verdiblancos, eso sí, sin llegar a instancias de Courtois de manera clarividente.

El gol de Brahim al Betis
Brahim abrió la lata en el Villamarín

En el 33′ ese empuje sí que tenía premio. Cardoso remataba totalmente solo un córner botado de manera magistral por Isco. Courtois no pudo palmear y Rüdiger se comió la «pantalla» de Llorente para provocar el error defensivo. 1-1 y partido nuevo rebasada la primera media hora de juego. A ello se unía una intensa tromba de agua para dificultar la circulación de balón antes de ir al descanso.

San Courtois apareció en el minuto 45 para salvar el 2-1. Tocó en un defensa, el ingrediente de la lluvia, y Thibaut sacó la bola con la palma de su mano. Era el artífice de acabar con empate en el tiempo de descanso y evitar el segundo tanto del Real Betis.

La parada de Courtois en el Benito Villamarín
Courtois salvó un gol cantado ante el Betis

En el segundo tiempo se empezó de manera dubitativa en ataque, no se transformó una gran oportunidad, y Hernández Hernández pitó penalti de Rüdiger de Jesús. En los once metros estuvo cerca de obrar otro milagro de Courtois, pero Isco Alarcón lo transformó batiendo por poco al meta belga y para poner el 2-1. Sorprendió celebrándolo con rabia en el Benito Villamarín olvidándose de su pasado madridista.

Un penalti que no pitó en la siguiente acción. Rodrygo desbordó ante Jesús y H.H. dijo, con la corroboración del VAR, que no había nada. Una jugada que mostraba ese doble sesgo que se denuncia semana a semana en la competición doméstica. Y pasaron muy pocas cosas, más allá de una bronca de Vinicius con el árbitro que le costó la amarilla. 2-1, gatillazo en Sevilla, a pensar en la Champions League.

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Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.

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