El Real Madrid-Celta de Vigo parecía ser todo un trámite para Gil Manzano. Sin polémica en ninguna de las dos áreas y con el partido 3-0, visto para sentencia, era poco probable sumar ese «ingrediente» arbitral a la coctelera.

Sin embargo, el colegiado que firmó el escándalo más grave de los últimos años al anular un gol totalmente legal a Bellingham en Mestalla, sí que tuvo su cuota de protagonismo… o por lo menos pareció reclamarla.

En una jugada que acabó en tarjeta amarilla para Yoel se mostró el doble rasero arbitral que hay en España. No hay unificación de criterios y lo que se pita en unos campos no se pita en otros. El ejemplo más claro fue la acción que sufrió Mbappé.

Bellingham le filtró un pase en profundidad y Mbappé, que iba directo a por el hat trick fue agarrado por el defensor. Algo que en el Barça-Real Sociedad acabó con roja directa para Elustondo, dejando a los suyos con diez, por una jugada muy similar.

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Periodista deportivo y cursando por la Licencia UEFA PRO de Fútbol.

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