El Real Madrid está en semifinales, pese a bordear el desastre. Se puso 0-2 con goles de Modric y Endrick y estuvo cerca de ir a la prórroga. Hasta el 92′, en el que emergió la figura de Gonzalo García para transformarse en héroe, pedir una ronda más, y en el que le bastó tocar una vez la pelota para no olvidar este 5 de febrero del 2025 en toda su vida. De Primera RFEF a las semifinales de Copa. 2-3 en Butarque y directos al bombo del viernes.

Gonzalo García se ha confirmado como el héroe del Real Madrid en Butarque. Su gol salvador le permite a los blancos seguir aspirando a ganar el Triplete. GG7, a lo CR7, mostró su poderío de cabeza y demostró que hay killers en La Fábrica. Así surgió Raúl, de la nada, y así espera Gonzalo repetir la historia del mítico siete blanco.
El Real Madrid arrancó en Butarque su «ascenso» al Tourmalet del mes de febrero. La cuesta del segundo mes del año empezó con un partido trampa en la Copa del Rey. Los de Ancelotti tiraron de rotaciones, entre la tormenta desatada por la polémica en Liga, y sortearon el ramillete de bajas, por unas u otras razones, (Rüdiger, Alaba, Bellingham, Mbappé, Courtois…). El de Reggiolo tiró de los Endrick, Jacobo, Modric y Brahim, entre otros, para poder confeccionar un once rotativo tras eliminar al Deportiva Minera y al Celta de Vigo en anteriores rondas.
Los blancos se plantaban en el Sur de Madrid con una idea clara: desgaste mínimo antes del derbi y un planteamiento de rotación para dar descansos. Enfrente, eso sí, estaba el «matagigantes» de Borja Jiménez que ya se cargó a Barça y Atlético en sus choques de Liga. Tampoco había que descuidar el foco al árbitro de «Next», el mítico programa de Atresmedia, el siempre polémico Alberola Rojas. Hoy le tocó señalar un penalti (que era muy claro) por mano de Jacobo Ramón.
El Real Madrid pasó un mínimo apuro en Butarque, en los instantes iniciales con una gran intervención de Lunin ante un disparo con rosca de Óscar Rodríguez, y a partir de ahí empezó a hilar juego y decantó la balanza con absoluta comodidad y tranquilidad. Los de Ancelotti disfrutaban con la posibilidad de poner tierra de por medio y en dos fogonazos, como pasó ante el Celta en el Bernabéu, daba la sensación de situación totalmente bajo control. Y pasó, de nuevo, lo que ocurrió en La Castellana. Vayamos por partes…
Modric y Endrick, veteranos y noveles
En Butarque, veteranos y noveles. Primero toca destacar el 0-1, de una leyenda infinita, el de Modric. El de Zadar tiró de clase e hizo bueno un remate con la puntera, como único recurso, para batir a Soriano. Al igual que en el 0-2, al revés, fue del novel Endrick, casado con el gol dentro del área. Está viendo portería con mucha facilidad y suyo fue el tanto en Leganés para poner tierra de por media y que parecía tenerlo todo absolutamente controlado.

Alberola Rojas acertó, sin necesidad de VAR, al señalar penalti en el minuto 39 y permitir al Leganés recortar distancias. Un error de bulto, digno de debutante, en el que Jacobo Ramón cometió mano dentro del área en el centro de Juan Cruz. El propio futbolista pepinero fue quién anotó ante Lunin desde los once metros.
En el tiempo de descanso calentó Vini Jr. a alta intensidad y firmó un cambio pactado por Rodrygo Goes pensando en lo que está por venir y en dosificar a toda su plantilla. Revolucionó las pulsaciones que le faltaba a los de Carletto. De él nacieron tres ocasiones claras y por una acción suya se estrelló un disparo de Brahim contra el larguero, en la más clara del segundo tiempo. Sobresalió por encima de todos en un papel muy gris de los que iban de naranja.
Gonzalo se transforma en héroe
El Real Madrid tuvo opciones de encontrar el gol antes de ir al tiempo extra, pero Soriano resistió hasta el minuto 92 hasta los 93′ al que había que ir. Vinicius revolucionó el encuentro, sí, pero también fue decisivo Gonzalo García. Un balón le bastó para convertirse en héroe.

De Primera RFEF a semifinales. El delantero vivió el mejor momento de su carrera rematando un centro impecable de Brahim Díaz en Butarque. Partido peleado, copero y de puro ADN del Real Madrid. Hasta el final…