La charla que tuvieron Camavinga, Tchouaméni y Simakan mientras esperaban para hacer el control antidopaje fue de auténticos profesionales que viven con pasión el fútbol.
Tchouameni explicaba el momento cuando le dijo Ancelotti que tendría que jugar algunos partidos en defensa como central. «Camavinga me dijo: ‘Eh, tú tranquilo, todo empezará bien'», y Camavinga explicaba: «A mí también me tocó jugar de lateral izquierdo y pensé tranquilo, puedo hacerlo».
Esta charla privada entre los futbolistas también sirve para saber cómo encara un jugador profesional jugar en una posición que no es la suya.
Polivalentes
Tchouaméni hizo un auténtico partidazo ayer en el Red Bull Arena frente a Leipzig, parecía que había jugado toda la vida de central. Estuvo insuperable en el juego aéreo, perfecto en el corte y muy bien en la salida. Era el cuarto partido que jugaba de central esta temporada y en todos ellos ha tenido un rendimiento espectacular.
Camavinga es otro de los jugadores de la plantilla blanca que puede jugar en varios puestos por su gran polivalencia. La temporada pasada jugó muchos partidos como lateral izquierdo y tuvo un gran rendimiento, parecía que había jugado toda su carrera como lateral.
El propio Ancelotti dijo que si se lo propusiera, sería uno de los mejores laterales del mundo. También puede jugar de pivote defensivo y en su posición habitual, interior izquierdo, y en todas ellas rinde a un gran nivel. Ayer frente al Leipzig actuó de interior izquierdo e hizo un auténtico partidazo, rompiendo líneas con facilidad y cortando todos los balones que pasaron por su zona.
Ancelotti tiene mucha suerte de tener en su plantilla jugadores tan polivalentes que rindan en diferentes posiciones. Es una bendición para cualquier técnico contar con jugadores así.
