El Tribunal ha confirmado que, al menos en dos partidos de la pasada temporada, las imágenes del VAR no fueron imparciales.
En el Valencia-Real Madrid en Mestalla, donde hubo todo el lío de los insultos racistas que recibió Vinícius por gran parte de los aficionados valencianistas, el jugador carioca fue finalmente expulsado.
Sin embargo, las imágenes de la sala VOR, que ese día dirigía el colegiado Iglesias Villanueva, omitieron las imágenes de cuando Vinícius fue agredido por el portero valencianista y solo mostraron las imágenes de cuando el madridista se quitó de encima al agresor empujándolo.
Por ese motivo, fue expulsado y el agresor no. Pero una vez vistas las imágenes completas, se ve claramente cómo agreden a Vinícius, y lo único que hace el jugador carioca es quitarse de encima a su agresor que le estaba cogiendo del cuello.
Desde el VAR decidieron sancionar al agredido y no al agresor, algo increíble que demuestra lo mal que funciona el VAR en la liga española.
El segundo partido en cuestión donde se ocultaron imágenes fue un Atlético de Madrid-Espanyol. El equipo colchonero ganó el partido con un gol fantasma desde el VAR; no dieron las imágenes claras de si el balón había entrado en su totalidad o no.
Después se ha podido demostrar en otras imágenes que el balón no entró totalmente, por lo cual el colegiado tendría que haber anulado el gol. Por este gol, el Espanyol descendió a segunda división.
Se decía que la tecnología del VAR llegaba para que el fútbol fuera más justo, pero está siendo todo lo contrario, al menos en la liga española. En la Champions funciona perfectamente. Por el bien del fútbol español, habría que averiguar a fondo todo lo que pasa con quienes dirigen el VAR.
