Vinicius Júnior hizo enloquecer al madridismo con un gol solo a la altura de los elegidos para marcar una era.
Vinicius Júnior acababa de marcar el 2-2 y hacía enloquecer al Santiago Bernabéu con otra remontada para la historia. El Dortmund, con el paso de los minutos y la vorágine de ver como pasaba de un 0-2 al 2-2 trataba de perder tiempo, pero se le vino encima un ciclón. Lucas encontró el 3-2 y el 4-2 entrará a los libros de historia por la belleza del mismo.
Obra y seña de Vini Jr. Corría el minuto 86 de partido, resultado de 3-2, y Jude Bellingham recuperaba un esférico para lanzar el contragolpe. Vinicius aparecía por banda izquierda como si se tratase del minuto 10 de partido, sin apenas mostrar cansancio y con una superioridad física total, el de Birmingham le indicaba a Vini lanzar el contragolpe. Dicho y hecho. Arrancaba la magia.
Vinicius recogió la pelota a 70 metros de la portería de Kobel y empezó a vislumbrar lo que parecía imposible. Retó en carrera a Emre Can (entrado en el minuto 76 – solo llevaba 10′ en el verde-) y lo superó con mucha facilidad rebasando la línea divisoria del terreno de juego.
Tiró la diagonal, empezando a entrar en la zona de tres cuartos, y dejaba atrás a Süle, reculando en defensa, mientras que veía espacio entre el cierre del propio Emre Can y de Anton, para empezar a mirar a portería.
Vini Jr. veía la diana de Kobel y con un disparo pegado a la cepa del poste se la ajustaba a la meta del alemán y le batía para conseguir el 4-2, quitarse la camiseta, y escuchar más que nunca el «¡Vinicius, Balón de Oro!» de todo el respetable madridista. Y se coronará el próximo lunes en París de manera más que merecida.

