Lunin renovó hace unos meses hasta 2030, pero fue una renovación con letra pequeña, ya que el portero ucraniano es muy consciente de su situación en el Madrid.
El guardameta titularísimo es Courtois, salvo lesión; eso lo dejó muy claro Ancelotti la pasada temporada, que en cuanto se recuperó el belga de su lesión le dio la titularidad, pese a la gran temporada que había hecho Lunin.
Esto hizo que el ucraniano dudara en renovar su contrato. De hecho, este pasado verano estuvo a punto de ser traspasado al Chelsea, pero el overbooking de porteros que tenía el club londinense hizo imposible su fichaje. Incluso el Madrid propuso un trueque con Kepa y algo de dinero por medio, pero finalmente no se pudo hacer la operación, y Lunin acabó renovando hasta 2030.
Pero eso no quiere decir que vaya a cumplir su contrato; Lunin es muy consciente de que es muy difícil competir un puesto a Courtois a no ser que este esté lesionado. De hecho, esta temporada Lunin solo ha jugado cuando el belga tuvo problemas musculares. Courtois tiene contrato hasta 2026, y está a la espera de un nuevo contrato, lo que hace que Lunin tenga muy pocas opciones de triunfar en el Real Madrid. Por ese motivo, si a Lunin le llega una buena oferta, la aceptaría.

El ucraniano no va a tocar ninguna puerta; de lo que se trata es de no cerrarla, y si en los próximos años llega una oferta interesante, se lo pensaría. De momento, está a la espera de acontecimientos, pero sin prisas.
Este verano se unió a Mendes con la intención de que el portugués le abriera otras puertas pese a su renovación hasta 2030, una renovación con letra pequeña ya que no quiere ser el eterno suplente de Courtois.
Foto: Real Madrid