«Con el escudo no se juega», dijo Kylian Mbappé en sus redes sociales y, a su vez, en su celebración del 1-0 al Celta. Muchos también entendieron que este gesto del crack de Bondy podría ir dedicado a Lamine Yamal y Lewandowski, quienes se hicieron una foto con un niño con la camiseta del Real Madrid y le taparon el escudo con la mano, demostrando los auténticos «valors» del club azulgrana.
Mbappé es otro, cada vez se parece más al jugador que marcaba diferencias en el PSG y en la selección francesa. En la final de la Supercopa, fue de los pocos que se salvó; marcó un golazo y fue el único que creó algo de peligro. Es uno de los pocos brotes verdes a los que se agarra la afición madridista.
Mbappé vuelve a estar muy rápido y ágil y ve puerta con facilidad. Ayer, frente al Celta, volvió a ser el mejor del equipo y marcó un auténtico golazo, que recordó a los que marcaba Cristiano Ronaldo. Con el gol de ayer, el francés ya suma 16 goles esta temporada y 5 asistencias.

Su celebración del gol también fue dando a entender a la afición que cambiarán los pitos por aplausos, demostrando su capacidad de liderazgo, apoyando a Tchouaméni con abrazos sentidos y haciendo lo propio con Vini.
Vinícius demostró la gran sintonía que tiene con Mbappé colgando una historia en sus redes sociales con una foto de ellos celebrando el gol, y con la frase «¡Qué jugador!», a lo que respondió Mbappé «¡Vamos juntos, crack!», lo que demuestra la gran sintonía que hay entre ambos.