El Real Madrid de Kylian Mbappé, al que ficharon para noches como esta, vapuleó, destrozó y humilló, por momentos, al Manchester City de Guardiola. 3-1 y ahora toca esperar si en el camino se encuentran con Atlético de Madrid o Bayer Leverkusen.
El Real Madrid citó al madridismo con sus mejores galas, tras el recital visto en el Etihad Stadium, en busca del pase a los octavos de final. El aficionado blanco, desde las 19:00 horas agolpándose en Sagrados Corazones, no falló. Y el equipo tampoco. Salió espoleado en busca de hacer bueno el resultado e incluso trató de ampliarlo desde el inicio. Los de Carlo Ancelotti dieron la nota, y de qué manera, destrozando la mermada defensa de Josep Guardiola.
Poco se tardó en cantar el primer gol de la noche. En el minuto 4 enloqueció con el primer tanto. Fue obra de Kylian Mbappé y mitad del crédito hay que dárselo a Raúl Asencio. Una asistencia desde campo propio (desde más de 40 metros) como hizo ante Osasuna y confirmándole en el Santiago Bernabéu al grito de «Asencio», «Asencio», mientras subía el 1-0 al marcador.

El 2-0 también fue suyo, tras perdonar una acción ante Ederson, y fue una auténtica obra de arte. Si el primero es de museo, el segundo es de época. Mbappé recortó a Gvardiol, dejándole por los suelos, para culminar un gran contragolpe de Rodrygo, Bellingham y Vinicius. Un gol de postal que daba mayor ventaja al Real Madrid y que permitía el regocijo de los aficionados al ver la cara de Pep desde el banquillo, totalmente incrédulo ante lo que veía. En esas acabó el recital merengue del primer tiempo, que pudo ser mayor, solo empañado por la tarjeta a Jude Bellingham.

Dominio aplastante
La estadística en el tiempo de descanso hablaba claro: dominio aplastante del Real Madrid y 0 tiros a portería del Manchester City. El Real Madrid siguió a lo suyo, buscando aplastar a los del de Santpedor, y lo logró culminando una noche redonda para Kylian Mbappé. Llegó para esto, él lo sabía, y se llevó la eliminatoria con un hat trick de los que hacen historia.
Marcó el 3-0 en una jugada personal, poniendo el 6-2 en la eliminatoria, entrando desde el perfil diestro. El galo culminó el baile sobre el City de Pep y permitió dar el primer gran puñetazo en la competición continental. Entre olés, con un Guardiola abatido, el Real Madrid se puso en modo disfrutón y buscó devolvérsela a los mancunianos. Lo pudo hacer Vinicius en el 72′ rematando un centro de Mbappé o en el 73′ con un disparo lejano.
Ancelotti cambió a Mbappé para que se llevase el reconocimiento del madridismo, al igual que a Ceballos, y el aficionado madridista empezó a entonar el «Guardiola, quédate», para seguir redondeando una noche para el recuerdo de todos los presentes y en la que se desplegó el mejor fútbol de toda la temporada ante un rival de entidad. También dio entrada a David Alaba, en un nuevo regreso al verde, y permitió ovaciones a Vinicius y Valverde. El City en el descuento maquilló el marcador por medio de Nico González tras cazar un rechace dentro del área.
3-1. El Real Madrid ya está en el bombo de octavos de final tras un destrozo de época al Manchester City de Josep Guardiola. Que pase el siguiente.