El infierno griego apretó desde bien temprano y, a posteriori, hizo sufrir de lo lindo al Real Madrid. Fragilidad defensiva que quedó evidente… y poderío ofensivo que sirve para rescatar a Xabi de su primera situación muy peliaguda en el club blanco. Mbappé marcó un póker y se quedó a 29 segundos de firmar el hat trick más rápido de la historia de la Champions League.
El Real Madrid de Xabi Alonso tenía una durísima prueba de fuego por delante tras perder frente al Liverpool en Anfield Road (1-0) en la jornada anterior. Iba al infierno griego tras sumar tres partidos seguidos sin ganar (ante los reds y también sumando los empates en Liga contra Rayo Vallecano y Elche) y lo hacía en pleno amago de surgir la primera minicrisis de la temporada. El preocupante bache se acrecentaba viendo la alineación plagada de bajas (sin Courtois, Huijsen, Militao, Mastantuono… entre otros) y viendo el arranque de encuentro en el Karaiskakis.
Apenas 7 minutos de encuentro y la bola ya quemaba en el infierno. Fue lo que tardó Olympiacos en marcar el 1-0, por medio de Chiquinho con un disparo lejano que sorprendía a Andriy Lunin a las primeras de cambio. Xabi, dando órdenes sin éxito, se desesperaba desde la banda con la mala salida de los suyos en Grecia.
El Real Madrid hace «click» y cambia por completo
El Real Madrid no había comparecido al partido hasta que conectaron los dos de arriba. Toda la propuesta ofensiva se basaba en el desequilibrio de Vinicius Júnior y en el apartado goleador de Kylian Mbappé. El de Río de Janeiro y el de Bondy le ponían el «picante» al ataque y encontraban un filón en la parcela ofensiva. Un filón goleador que dejó un 1-3 al descanso y que pudo ser perfectamente un 1-7. Todo llevó el nombre de ambos.
Mbappé marcó un hat trick en 6 minutos y 43 segundos, sí, y Mbappé será el que se lleve el foco – incluido el de esta crónica – pero conviene recordar el desborde de Vini Jr. y conviene recordar el desequilibrio vital del futbolista brasileño. Los goles de Kylian llegaron en el 22′, 24′ y 29′. 29 segundos le robaron el registro – todavía en manos de Mo Salah – de ser el hat trick más rápido de la historia de la Copa de Europa.

El galo, a la postre, volvió a surgir de la nada, en esa conexión triunfal con Vinicius, para rescatar al Real Madrid cuando volvía a apretar el infierno griego. Los helenos encontraban el gol del 2-3 y volvían a meterse en el partido por medio de un tanto de Taremi (minuto 52). Poco le duró la alegría a los de Mendilibar ya que Kylian volvió a celebrar un gol y ya se elevaba al «póker» anotando en el minuto 60 de encuentro.
Reaparecen los fantasmas
El guion se repitió en el minuto 81 cuando El Kaabi conectó un cabezazo directo al fondo de las mallas y ponía en aprietos, de vuelta, al Real Madrid. Sin embargo, no hubo tiempo para más y los de Xabi podrán vivir tranquilos en lo que queda de Fase Liga en Champions League… a sabiendas que tocará mejorar mucho en los siguientes compromisos.

