El FC Barcelona recorta distancias en el liderato del Real Madrid y se aprovecha de un nuevo siniestro arbitral. Le perdonaron la roja a Gavi en el minuto 10, teniendo tarjeta amarilla, y a Koundé por un plantillazo sobre su rival. Oda al fútbol de Negreira en la jornada liguera.
El Real Madrid tropezó frente al Espanyol (1-0) en un mal partido de los de Carlo Ancelotti, sí, pero el foco debería ir directo a la labor de los trencillas. Ayer fue Muñiz Ruiz quién ejecutó a la perfección, con maestría, un nuevo escarnio arbitral. Y hoy, en Montjuïc, le tocó a Martínez Munuera. Todo OK. Eso sirvió, con el solitario gol de Robert Lewandowski, para sacar adelante el encuentro y llevarse los tres puntos en la visita de los albiazules.
Gavi debió ser expulsado por ir con demasiada contundencia en un lance del juego con Tomás Conechny, cabeza con cabeza, teniendo una tarjeta amarilla. Solo habían pasado 10′ de partido y esa acción ya lo marcaría todo. El jugador del Alavés tuvo que salir en camilla e ir directo al hospital por la antideportividad del futbolista del Barça.

El partido prosiguió y antes del 1-0, Koundé también mostró que tienen barra libre para hacer lo que quieran y consideren. Al Barça se le permite todo y el defensor fue una nueva muestra. El árbitro, nuevamente, hizo oídos sordos, pese al contundente plantillazo.