El Real Madrid afronta una fase de grupos de la Champions League que será, con casi toda seguridad, de todo menos sencilla. Son varios los enfrentamientos complejos en los que el Madrid de Xabi Alonso tendrá que demostrar por qué el conjunto blanco es y siempre debe ser uno de los grandes favoritos a levantar La Orejona. Y entre todos esos complejos retos, Anfield se antoja como el mayor de todos.

Un reto que, además, traerá al Real Madrid oscuros recuerdos de la temporada pasada. Mucho antes de la debacle en el Emirates Stadium, que terminó con el conjunto blanco siendo eliminado por el Arsenal en cuartos de final, el Madrid naufragó en Anfield durante la fase de grupos. Este año, el conjunto blanco regresará a ese templo del fútbol, teniendo clara la lista de errores que no puede repetir.

El Real Madrid visitará Anfield con la lección aprendida

A pesar de un resultado no muy abultado, con un Madrid que se llevó un 2-0 de vuelta a España, la realidad es que el Liverpool pasó a los de Ancelotti por encima en un encuentro en el que todo lo que pudo salir mal, salió mal. Errores que el Real Madrid arrastró durante toda la temporada y en los que Xabi Alonso trabaja desde el primer día que se sentó en el banquillo.

El principal error que lastró al conjunto blanco, tanto en aquella aciaga noche bajo el cielo de Liverpool fue la falta de físico e intensidad. Algo que quedó reflejado en las estadísticas del encuentro, en un partido en el que, a pesar de que el Liverpool solo corrió 5 kilómetros más que el Madrid, prácticamente dobló en ataques al conjunto blanco: 66 llegadas reds por tan solo 35 del conjunto blanco.

Esta falta de intensidad ha sido uno de los principales focos de trabajo de Xabi, tal y como ha quedado demostrado en estas primeras jornadas con el tolosarra al mando. Este nuevo Real Madrid presiona cuando el rival tiene la pelota y, sobre todo, tras la pérdida, creando una coyuntura muy sólida en la que el robo del cuero al tras la pérdida es una de las grandes prioridades de este nuevo Madrid.

En segundo lugar, una táctica desdibujada fue otro de los factores que determinaron aquella debacle del Madrid en Anfield. El conjunto blanco arrancó el encuentro con Luka Modric y Eduardo Camavinga en un doble pivote que no logró en ningún momento hacerse con el dominio del esférico, con un resultado final de un 60% de posesión para el Liverpool.

En ningún momento lograron conectar con Arda Güler y Bellingham, y, por descontado, tampoco con Brahim y Mbappé, que apenas tocaron el esférico. Ese enorme desorden táctico fue otro de los aspectos que condenó a un Real Madrid que, a pesar del penalti fallado por Mbappé, en ningún momento dio lugar a pensar en que podrían someter al Liverpool en su casa.

Es de justicia reconocer que, además, las lesiones condicionaron mucho el once de Ancelotti. Y es que el conjunto blanco se presentó en Anfield con las bajas de Vinícius, Rodrygo, Tchoauméni, Lucas Vázquez, Militao y Carvajal, por lo que Carletto tuvo que improvisar, viéndose obligado a poner a Fede Valverde en el lateral derecho, y a un recién llegado a la élite Asencio como pareja de Rüdiger.

Es cierto que estas lesiones son imprevisibles y que del mismo modo podrían darse esta temporada, pero la realidad es que ahora el Real Madrid tiene un fondo de armario mucho mayor, especialmente en la zona defensiva, donde Trent, Carreras y Huijsen han llegado al conjunto blanco no solo para convertirse en piezas fundamentales en la zaga, sino también para permitir a Xabi rotar en temporadas larguísimas, siendo este otro factor indispensable para afrontar la fase de grupos de una Champions League que puede ser decisiva a la hora de marcar el camino en las eliminatorias.

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Periodista deportivo que cubre la actualidad del Real Madrid.

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