La noticia arbitral ha encendido todas las alarmas en el Real Madrid. El crucial choque liguero contra el Girona, un encuentro que define el liderato, quedará en manos de una pareja que provoca escalofríos en el madridismo: Bengoetxea como árbitro principal y Pulido Santana en la sala VAR.
Su historial de decisiones polémicas, errores capitales y la percepción de un criterio siempre desfavorable al conjunto blanco convierten este partido de vida o muerte – tras dos empates seguidos en Liga – en un “peligro total”. El foco del duelo se mueve del césped a la figura del colegiado incluso antes del pitido inicial.
La designación de ambos, considerados por la afición merengue como dos de los mayores enemigos del madridismo, no hace más que aumentar la suspicacia. El club es consciente de los antecedentes que rodean a estos dos nombres cada vez que se cruzan en el camino del Real Madrid, y la preocupación institucional es palpable. Se teme que el gran esfuerzo deportivo que supondrá el encuentro de Montilivi pueda verse lastrado por una intervención polémica… una vez más.

El historial negro: Los precedentes que condenan a Bengoetxea y al VAR de Pulido Santana
El historial de Bengoetxea en sus duelos con el equipo blanco está marcado por la rigurosidad extrema en las acciones defensivas y la vista gorda en las faltas cometidas sobre los atacantes blancos, especialmente en el área. Entre sus precedentes más sonados se encuentran decisiones controvertidas sobre penaltis no señalados a favor del Real Madrid en momentos clave o la facilidad para mostrar tarjetas amarillas a los apercibidos. La sensación es que el listón de la permisividad cae drásticamente cada vez que pita a los de Chamartín.
Pero si Bengoetxea genera dudas en el césped, la presencia de Pulido Santana en el VAR multiplica el riesgo. El colegiado canario es recordado por sus no-intervenciones decisivas en jugadas que debieron ser corregidas desde la sala de videoarbitraje y sus errores arbitrales como árbitro principal.
