El Real Madrid ha demostrado a lo largo de su historia una capacidad única para innovar en la formación y gestión de talentos, pero muchos de sus canteranos compiten en ligas donde acaban difuminados entre cesiones mal planificadas y exigencias desalineadas.

¿Y si el club blanco abrazase un modelo de multipropiedad, al estilo City Football Group o Red Bull, sin renunciar a su estructura de socios? Técnicamente sería posible crear varias filiales participadas por la entidad, perfectamente independientes en su propiedad formal, y a la vez alineadas con la filosofía merengue.

Una red de clubes satélite al servicio de La Fábrica

La idea consiste en disponer de equipos asociados en diferentes países y niveles de competición, donde los jóvenes talentos pudieran acumular minutos de calidad en un entorno homogéneo y controlado. Imaginando un proyecto propio en la Bundesliga para fortalecer la resistencia y el rigor táctico de los defensas, o un club en la Ligue 1 que puliera la técnica de los mediocentros blancos.

El Real Madrid seguirá siendo de sus socios (Foto by Sandra Montanez/Getty Images)

A través de esta red, futbolistas como Chema, Jacobo Ramón, Aguado o Mario Martín tendrían un recorrido con identidad, sin verse sometidos a cesiones caóticas que rompen su proceso de adaptación. Como pasó con Reinier, por ejemplo, por citar uno de los casos más destacados de los últimos años.

El Real Madrid participaría en cada una de estas sociedades con un porcentaje mayoritario o minoritario, siempre respetando que el primer equipo siga siendo propiedad de sus socios. De este modo, se preserva el control institucional y se evita la sanción de la UEFA por vínculos excesivos, ya que las filiales mantendrían estructura independiente y su propio consejo de administración.

Con un modelo satélite, la plantilla juvenil disfrutaría de continuidad táctica: el mismo esquema de Xabi Alonso implementado en Chamartín serviría de referencia en cada entrenamiento. Además, el club maduraría su inversión, compartiendo riesgos y beneficios. Si un jugador destaca, retornaría al Bernabéu con juventud y rodaje europeo, o se traspasaría con plusvalías que financien nuevos proyectos.

La multipropiedad bien diseñada no debilita la esencia de un club de socios, sino que amplía su ámbito de acción. Cada filial tendría estatutos que garanticen la libertad de voto de sus miembros y responsabilidades corporativas, mientras que la estrategia deportiva y los valores se transmitirían desde una matriz central.

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Periodista deportivo y cursando por la Licencia UEFA PRO de Fútbol.

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