En El Sadar, el Real Madrid se vio víctima de un fallo arbitral que muchos consideran un auténtico robo. A pesar de haber dominado gran parte del encuentro contra Osasuna, los blancos terminaron empatados 1-1, tras una polémica decisión y la interpretación del árbitro Munuera Montero que generó indignación en la afición.
Mientras tanto, en el Metropolitano, el Atlético de Madrid, perseguidor en la tabla, también se quedó con un punto tras empatar 1-1 contra el Celta de Vigo. Este resultado, que parecía a la vista para el líder, permite al Madrid seguir en lo más alto, al mismo tiempo que deja al Atlético a punto de alcanzar la brecha, sin poder dar el golpe definitivo que se buscaba en la tarde de fútbol en Pamplona.
El encuentro comenzó de manera accidentada para los locales. Apenas en el minuto 5, una entrada imprudente de Pablo Barrios fue revisada por el VAR, lo que derivó en una tarjeta roja directa para el joven mediocampista. Con un hombre menos desde tan temprano, el Atlético se vio obligado a replantear su estrategia, cediendo la iniciativa al conjunto gallego.
A pesar de la superioridad numérica, el Celta no logró imponer su juego durante la primera mitad. Ambos equipos se mostraron cautelosos, y las oportunidades claras de gol fueron escasas. Sin embargo, en la segunda parte, el técnico Claudio Giráldez decidió mover el banquillo, dando entrada a Iker Losada y Borja Iglesias, buscando mayor profundidad en ataque.
La apuesta dio sus frutos. En el minuto 70, una internada de Borja Iglesias terminó en un contacto dentro del área con Le Normand. El árbitro no dudó en señalar el punto penal, y el veterano Iago Aspas se encargó de convertirlo en el 0-1, desatando la alegría de los aficionados celestes.
Diego Simeone introdujo a Alexander Sorloth en busca de mayor presencia ofensiva, y el delantero noruego respondió. En el minuto 82, aprovechó un error en la zaga del Celta para plantarse frente al portero y definir con precisión, estableciendo el 1-1 definitivo. Sin embargo, no les dio para más. Un partido de puro Atlético de Madrid para no aprovechar el escandaloso atraco deportivo que sufrió el Real Madrid en El Sadar.