Regresó lo bueno, regresó el fútbol de clubes y el Real Madrid sigue abrazado a la Liga. El Leganés, por momentos, tanteó el asalto de La Castellana, pero una superlativa versión de Mbappé y Bellingham apaciguaron las rotaciones y permitieron sumar de tres en tres para seguir la estela del liderato del FC Barcelona.

El Real Madrid regresó al Santiago Bernabéu, tras el parón de selecciones, y lo hizo apuntando a Thibaut Courtois como única baja – por el virus FIFA- dejando a Lunin como titular. Ancelotti apostó por la entrada de Arda Güler, Brahim o Camavinga como respectivos cambios a los habituales y teóricos integrantes del once de gala.

Había muchas ganas de volver a ver el fútbol real – el de verdad alejado de las fanfarronadas internacionales – y el Real Madrid recibía al matagigantes (que tumbó a Atlético y Barça en Liga) de la mano de Borja Jiménez desde el banquillo. El inicio de partido fue similar a lo esperado en primera instancia. Un Leganés que esperaba atrás su oportunidad y un Madrid, el de Carletto, que buscaba los goles, pero necesitaba espacio.

La primera que tuvo de manera clarividente llegó en el minuto 22, en una galopada de Fran García, servida atrás por Bellingham que remataba Modric topándose con un defensor. A partir de ahí se animó el partido. Primero por medio de Brahim, en la siguiente, disparaba por primera vez entre los palos de Dmitrovic. La siguiente la tuvo Mbappé en un disparo cruzado que no entró por la buena labor de Marko al tapar el único hueco posible por el que se podía colar la pelota.

A la cuarta, pasada la primera media hora de encuentro, llegaría la jugada del penalti sobre Arda Güler y el panenkazo de Kylian Mbappé. El de Bondy se desquitaba de todos los fantasmas desde la pena máxima, a lo Sergio Ramos, atreviéndose con un lanzamiento a lo panenka.

Mbappé tirando a lo panenka
Mbappé marcó a lo panenka en el Bernabéu

Dos golpes antes del descanso

La alegría, sin embargo, no duró ni un minuto ya que el Leganés empataría por medio de Diego en la siguiente acción. Pero la cosa no terminaría ahí.

En otro despropósito defensivo marcaría Dani Raba (1-2) cerca de llegar al tiempo de descanso. Los pepineros le daban la vuelta al electrónico y confirmaban que lo del empate no fue casualidad. La tendría para volver a igualar Mbappé, de cabeza en el segundo palo, pero se le iba fuera su oportunidad y con eso se llegó al final del primer acto.

Bellingham empata

La segunda mitad empezó con vértigo y el Real Madrid encontró petróleo en la primera ocasión que tuvo. Jude Bellingham marcó batiendo a Dmitrovic para poner el 2-2 en el marcador tras un remate suyo rebotado por el portero y una segunda oportunidad de Brahim que se estrelló contra el larguero de la meta pepinera.

Ancelotti movió el banquillo en el minuto 60 de partido, quizá en cambios programados, y sacó en liza a Vini y Rodrygo para quitar del partido a Brahim y Arda Güler. En esas regresaba el tridente estelar de los madridistas.

Mbappé y Bellingham abrazándose
Mbappé marcó ante el Leganés (Getty)

Golazo de postal de Mbappé

En el minuto 76, de manera magistral, Mbappé lograría su enésimo doblete con el Real Madrid colocando a la cepa del poste un balón en una falta ensayada, a balón parado, que Kylian se fue directo a celebrar con el banquillo merengue al grito de «tenías razón», mientras lo señalaba y confirmaba que era algo ensayado esta misma semana en Valdebebas.

El tiempo de añadido fue de 8 minutos, pero el Real Madrid mantuvo el triunfo y supo guardar los tempos del final del encuentro. Mbappé sobresalió, una vez más, y eso permite seguir agarrados a la lucha por LaLiga. El Real Madrid le mete máxima presión al Barça que jugará este domingo ante el Girona.

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Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.

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