Regresaba el Real Madrid al Ciutat de Valencia en una de las clásicas jornadas intersemanales de LaLiga EA Sports con un objetivo claro entre ceja y ceja: sumar el 18 de 18 en un estadio que, históricamente, nunca se le ha dado especialmente bien al conjunto blanco, siendo una visita en la que el Madrid se ha dejado muchos puntos en su historia reciente.
Un Xabi Alonso que se mantenía fiel a su esencia para lograr llevarse una victoria del estadio del Levante. Era de esperar que el tolosarra apostara por un once algo experimental, tal y como sucedió en la última jornada frente al Espanyol. Y así fue, ya que, en un primer momento, parecía apostar por un hasta ahora inédito 3-4-3 con Fran García en el centro del campo, y perfilando el que viene siendo su tridente titular: Vini, Mastantuono y Mbappé.
Y los primeros minutos del encuentro dejaron algo claro: el césped no iba a acompañar. Con una excesiva cantidad de agua, la circulación del balón parecía complicada. De hecho, en una jugada aislado, un error en el despeje de Arda dejó el balón muerto en el área a los delanteros del conjunto local, pero el disparo desde el área pequeña tras un pase de la muerte no encontró la portería de Courtois.
El Madrid, sin embargo, no perdía la cara al partido, y antes del minuto 8 Mastantuono se apuntó la primera de los blancos con un golpeo duro con su pierna buena, que se marchó rozando el palo de la portería defendida por Ryan. Posteriormente, nuevamente se volvieron a repartir las ocasiones ambos equipos, primero con un cabezazo de Dela a la salida de un córner, y posteriormente con un golpeo de Ceballos desde la frontal que se marchó rozando la escuadra.
Sin embargo, la primera clara del partido volvió a llevar sello argentino. La inicio con una cabalgada por la banda marca de la cada Vini, que se perfiló y se topó con una nueva intervención de Ryan. El rechace, sin embargo, cayó en los pies de un desprevenido Mastantuono que acertó a poco más que colocar el pie, y su golpeo se estrelló en el larguero de la meta defendida por Ryan.
Y en un partido atascado por el estado del césped, se esperaba el destello de un genio para desatascarlo. Y el genio lleva el ‘7’ en la espalda y se llama Vinicius. El brasileño, que fue recibido con gritos de «Balón de Playa», recibió en el perfil derecho y, por sorpresa, sacó un golpeo extraordinario con el exterior que cogió una comba espectacular ante lo que poco pudo hacer Ryan, celebrando de una forma significativa: señalándose el escudo.
Ahora, el conjunto blanco lo tenía todo de cara, estando mucho más cómodo sobre el terreno de juego y volcándose al ataque en busca del segundo. Y el consabido rock and roll de Xabi hizo acto de presencia en un contragolpe en el que Vini encontró de forma magnífica a Mastantuono, y el argentino lo hizo como los auténticos genios: controló, se perfiló, recortó con la zurda y la clavó con la escuadra con la pierna mala. El primero de muchos con el que el argentino, al igual que Vini, demostró lo que es: una estrella en ciernes.
Desatado ahora el Madrid, estaba dispuesto a cerrar el partido en la primera mitad. Y pocos minutos después del tanto de Mastantuono, el conjunto blanco estuvo dos veces a punto de hacer el 0-3: primero con una ocasión de Mbappé que se encontró con Ryan, y después tras un jugadón de Carreras, que habilitó a Vini, y se encontró con otra magnífica intervención de Ryan, que era el encargado de evitar la goleada.
Comenzó la segunda mitad con un Real Madrid en el mismo plan que durante los primeros 45 minutos: finiquitar el partido lo antes posible. Y para ello, salieron al césped con todo desde el primer compás. Sin embargo, en esta ocasión, los locales fueron los primeros en golpear. Y como viene siendo habitual, lo hizo con una pequeña dosis de polémica.
Ocurrió tras un centro mordido por el perfil derecho, que acabó cayendo llovido sobre el área pequeña de Courtois. El belga se lanzó a atajar el balón, y en la pugna por el mismo, Etta Eyong saltó con ímpetu para rematar a portería. Entendió el guardameta que el delantero del Levante le obstaculizó el salto, pero no así lo entendió el colegiado, que dio validez al gol, permitiendo al Levante recortar distancias.
Por momentos, parecía que el Levante estaba listo para apretar en busca del empate, con unos minutos en los que generaron peligro sobre la meta defendida por Courtois. Sin embargo, el Madrid de Xabi volvió a dar muestras de pólvora en un contragolpe con una transición velocísima en la que Mbappé sacó un penalti de la nada y, haciendo gala de su condición de experto desde los once metros, superó a Ryan a lo panenka.
Un gol con el que la bestia quedó despertada. Y es que tan solo dos minutos después de su tanto de penalti, el conjunto blanco volvió a poner la directa hacia el área del Levante. Ahora, Güler se vistió de mago para poner un balón al hueco con el exterior para un Kylian Mbappé que resolvió con la misma maestría: tras un excelente control orientado, el francés regateó a Ryan y solo tuvo que empujarla, poniendo el segundo en su lista y el noveno gol en siete partidos.
El partido ya estaba finiquitado, con un Real Madrid que había firmado su mejor actuación de lo que va de temporada, mostrando la mejor versión de Vini, Mastantuono, Carreras, Güler y, como no podía ser de otra forma, Kylian Mbappé. Pero pasados los minutos, y pensando en el envite del Metropolitano, Xabi comenzó a mover el banquillo.
Y saltaron al campo en un plazo de cinco minutos un total de cinco jugadores, con la clara intención de tenerlos a todos lo más rodados posible de cara al derbi: Camavinga, Bellingham, Tchouaméni, Alaba y Rodrygo. Transcurrían los últimos minutos de encuentro con un Madrid que se sabía autor de un auténtico partidazo, y con un Levante que ya ondeaba la bandera blanca.
Y con todo eso, el conjunto blanco cerró el mejor partido de la temporada, no solo cumpliendo su objetivo de lograr los 18 puntos de 18 en LaLiga, sino dejando la sensación de que el Madrid de Xabi empieza a convertirse en una máquina casi perfecta. Ahora, está clara la próxima parada: Riyadh Air Metropolitano.
