En Qatar volvió a ocurrir lo que era inevitable: el The Best de siempre es el Real Madrid. Y volvió a coronarse como campeón del mundo tras ganar 3-0 a Pachuca y alzar la Copa Intercontinental al cielo qatarí en un trabajado encuentro que se decantó con grandes jugadas individuales de los madridistas. A partir del 1-0 fue coser y cantar.
Carlo Ancelotti, que se jugaba superar a Miguel Muñoz, siempre lo ha tenido claro. Van a jugar los mejores, los que más cree que pueden aportar, y por ello alineaba de inicio a Kylian Mbappé y a Eduardo Camavinga. Los dos franceses salían de la partida frente a Pachuca en Qatar en la final de la Copa Intercontinental. Pachuca apostaba, de nuevo, por su goleador Salomón Rondón como la cara más reconocible en el conjunto mexicano.
Los del país “tri” salieron espoleados desde el primer minuto y en la motivación hubo muchas diferencias. Courtois tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar el desastre tempranero. Una de las más claras que sacó el belga llegó en el minuto 6. El Real Madrid, tras esos sustos de poca seriedad, empezaba a carburar y a generar fútbol con Bellingham y Vini Jr. con mayor movilidad y peligro sobre todo el campo.
Los de Carletto, sin llegar a portería, encontraron el gol antes del descanso en una genialidad absoluta de la “BMV”. Mbappé culminaba una jugada estratosférica (de nivel galáctico) en la que Bellingham y Vinicius dejaban un gran sello. El inglés con un pase al hueco que solo vio él, mientras que Vini Jr. ejecutó a la perfección un regate de bandera digno del The Best, el mejor jugador del mundo. Kylian solo tuvo que empujarla y celebrar el 1-0 en el minuto 37 en Qatar. Y con esas se llegó al tiempo de descanso en un primer acto de muy poca actividad.

La segunda mitad arrancó de manera muy parecida, pero en el minuto 54’ golpeaba rápidamente el Real Madrid. Un golazo antológico de Rodrygo Goes para ajustársela al portero con la rosca, tras un buen recorte ante dos defensores, y poner el 2-0. El tanto, eso sí, llegó con suspense. El árbitro tuvo que revisar por el VAR si Bellingham interfería en la visión del guardameta y, lógicamente, lo aprobó tras ver varias repeticiones.
Coser y cantar, y a partir de ahí, Ancelotti movió ficha para quitar a Mbappé y Camavinga del terreno de juego en cambios pactados sobre el minuto 60. Dio entrada a Ceballos y Brahim. El Real Madrid jugó con absoluta comodidad y encontró el 3-0 con un gol de Vinicius Júnior desde los once metros en un penalti catedralicio sobre Lucas Vázquez. Para más inri, a Pachuca le anularon un gol por un claro fuera de juego de Ángel Mena en el tiempo de descuento.

Empezó a resonar el «campeones, campeones», el de toda la vida, para confirmar el reinado del Real Madrid. La cuarta Intercontinental ya es una realidad. La Novena (sumando el Mundial de Clubes) se va directa al museo del Bernabéu.

