El Real Madrid ganó al Rayo Vallecano (2-1) en el Santiago Bernabéu. Los blancos llegan con los tres puntos y con un sorpasso en la clasificación sobre el Atlético de Madrid – que perdió 2-1 en Getafe – antes del Euroderbi de Champions League.
Mbappé abrió la lata y se fue sustituido para dar refresco al equipo, mientras que Vinicius, en una jugada que firmaría el mejor Ronaldinho, puso el segundo que daba tranquilidad a los blancos. Una tranquilidad aparente que rompió Pedro Díaz con un golazo ante Lunin, aunque no hubo rayos ni tormenta. El Real Madrid llegará al Metropolitano en Champions habiéndose adelantado al Atlético en Liga.
El Real Madrid recibía al Rayo Vallecano, con rotaciones obligadas en el Santiago Bernabéu, en un partido de Liga que era una auténtica trampa. Los blancos, con la Champions League, en el horizonte jugaban ante un rival, los de Íñigo Pérez, que era todo un hueso para los grandes de la tabla de clasificación.
El encuentro estaba marcado, inicialmente, por el minuto de silencio en memoria de Carles Miñarro García, médico del FC Barcelona, y por David García De Loma, el árbitro de Segunda Federación fallecido recientemente. Más que respetado en el coliseo madridista, como no podía ser de otra forma, y fue el inicio de las hostilidades. El Real Madrid jugaba con la rotación obligada de Lunin y de Rüdiger por decisión técnica y por un proceso gripal. Por el contrario, volvía Bellingham al once titular tras una sanción de dos partidos.
En el minuto 13 de encuentro llegó la primera gran oportunidad para el Real Madrid, un disparo al palo de Vinicius Júnior y un remate de Mbappé, prácticamente a bocajarro, que salvaba Batalla de manera providencial. Pasaban pocas cosas y una de ellas, como respuesta, fue un mal entendimiento entre Lunin y Asencio que casi acaba en gol en propia portería. Otra fue la del propio Asencio salvando un remate directo a portería. El partido estaba en una fase muy raruna, con el 0-0, y tras la noticia de ver perder al Atlético (2-1) ante el Getafe.
Y en ese panorama podía pasar cualquier cosa. En el 29′ era Kylian Mbappé quién abría el marcador con un potente derechazo a la portería de Batalla tras un error forzado en la presión sobre Leujene. El contragolpe lo iniciaba Vini Jr., por la banda zurda, para dejar al francés cabalgando rumbo al primer gol de la tarde, el 1-0 llevaba el sello del de Bondy.

El Rayo intentaba responder con un disparo lejano y ejerciendo mayor presión sobre la salida de balón de los madridistas. Sin embargo, lo que llegaría sería un «baile» perfecto de Vinicius Jr. para desquitarse de su mal partido en el Villamarín y en el derbi. El de Río de Janeiro se fue de todo el que le salió al paso, regateando a sus marcadores, y se la terminaría ajustando a Batalla para marcar el segundo tarde de la tarde en el templo madridista.
Antes del descanso, justo en el tiempo de añadido, llegaría el 2-1 de Pedro Díaz, con un zapatazo que tocaría en el larguero y que acabaría entrando dentro de la portería de Lunin. Se revisó por VAR y el tanto no admitía ningún tipo de dudas.

Para ver ocasiones en la segunda mitad se tuvo que esperar hasta el 54′, por una conducción de Mbappé, y su disparo buscando la cepa del poste se iba fuera desviado de la meta de Batalla. Diez minutos más tarde (en el 64′) se pitaba un fuera de juego milimétrico de Vinicius en el pase al hueco excepcional de Tchouaméni.
En el minuto 75, Vinicius Jr. gozaría de un pase medido de Modric y una buena ocasión en boca de gol que perdonaría el tercero ante el Rayo. Perdonaba y enlazaba varios errores que irritarían al madridismo, de manera grupal, en un partido nuevamente basado en genialidades de los de arriba y en intentar hacer guerras por cuenta particular, por momentos, dejando vivo al Rayo Vallecano.
Trejo tuvo una buena oportunidad en el minuto 87, disparando a portería, y el Rayo se fue a por el empate en los últimos minutos del encuentro en el Bernabéu. Hubo run-run, lógicamente, con los de Íñigo yendo a por el encuentro, pero no lo consiguieron. Eso sí, no pudieron evitar la atronadora pitada del madridismo cuando terminó el partido.

