El Real Madrid se enfrenta al momento más crítico de la temporada. Tras la decepción correspondiente a la eliminación en la Champions League, la final de la Copa del Rey se ha convertido en una de las últimas oportunidades que tiene el conjunto blanco para no terminar la temporada en blanco en lo que a títulos se refiere, con permiso de la Supercopa de Europa disputada en agosto.
Enfrente, el Real Madrid tendrá al mejor Barça del último lustro, lo que convierte este reto en el más difícil todavía. Tal es lo complejo del desafío que, en las dos ocasiones en las que Real Madrid y Barça se han visto las caras, el conjunto blanco ha encajado nueve goles, sellando así dos duras derrotas. Carlo Ancelotti sabe que tiene algo que cambiar, y la final de Copa es el escenario perfecto para ello.
Ancelotti y sus dudas con un sistema que no termina de funcionar
Son muy pocas las veces que el técnico italiano da puntada sin hilo. Y, casualmente, tras el encuentro liguero ante el Athletic Club, Ancelotti aseguró que el 4-4-2 es su sistema favorito. Curioso cuanto menos, especialmente teniendo en cuenta que esta temporada apenas lo ha utilizado, siendo el 4-3-3 con tres hombres en punta el sistema más habitual durante esta temporada.
No obstante, los datos dan la razón al técnico italiano. Basta con echar un vistazo a la pasada temporada para observar como el 4-4-2 con un rombo en la medular fue clave en el histórico doblete que logró el conjunto blanco. Sin embargo, al finalizar la temporada, hubo cambios que, evidentemente, afectaron a la confección de la plantilla blanca.
Al finalizar la campaña, Toni Kroos, pieza clave del esquema, dijo adiós. Pero como contraparte, Kylian Mbappé aterrizó por fin en el Bernabéu tras varios años de espera. Sin embargo, no eran piezas compatibles: Ancelotti perdía su piedra angular en la confección del juego, y ganaba un hombre más en la franja de ataque. No obstante, el sistema no era, ni mucho menos compatible.

Por ello, durante toda la temporada, el técnico italiano ha apostado por Rodrygo, Vinícius y Mbappé en la punta de ataque, siendo secundados por Jude Bellingham en segunda línea. Y la presencia de estas cuatro figuras compromete por completo el resto del esquema, dada la incompatibilidad de los 4 atacantes con el esquema del rombo.
La importante decisión de Ancelotti de cara a la final de Copa
Precisamente por ello, y teniendo en cuenta las recientes declaraciones del italiano, surge una duda: ¿apostará nuevamente por un 4-3-3 en la final, o regresará al 4-4-2? Independientemente de la decisión tomada, la realidad es que cualquiera de los dos esquemas requeriría un sacrificio. En caso de apostar por el 4-3-3 que ha reinado toda la temporada para mantener a los 4 atacantes, Ancelotti sacrificaría el que él mismo ha catalogado como su “sistema favorito”.
Ahora bien, en caso de apostar por un 4-4-2, Ancelotti tendría que dejar en el banquillo a uno de los cuatro intocables, siendo Rodrygo el que más papeletas tiene, lo que podría provocar un incendio en La Casa Blanca. En caso de apostar por este esquema, y teniendo en cuenta la ausencia de Eduardo Camavinga, son varios los nombres que podrían acompañar a Tchouaméni en la medular.
Y es que en el caso de que Fede Valverde regresase el lateral derecho para el Clásico, nombres como Luka Modric o Dani Ceballos ganan enteros para ocupar un puesto en el once titular, independientemente del sistema. Ahora bien, si finalmente Ancelotti apuesta por su predilecto 4-4-2, otros menos habituales como Arda Güler, que firmó una gran actuación ante el Getafe, ganarían enteros para ocupar un puesto en el once.
Un dilema al que Carlo Ancelotti se enfrenta en el momento más complicado de la temporada, y que, independientemente de la decisión que tome, conllevará un sacrificio. ¿Apostará el técnico italiano por su sistema predilecto, o preferirá contar con todas sus estrellas en el frente de ataque?

