José María Sánchez Martínez fue protagonista absoluto en San Mamés en la primera mitad del Athletic Club-Real Madrid.

El árbitro se comió un penalti de libro sobre Rodrygo Goes y marcó «un día más en la oficina arbitral» en la polémica de cada día sobre el Real Madrid. La vio desde el VAR y decidió no señalar pena máxima, pese a la claridad de la jugada.

Antes hubo un posible penalti por agarrón sobre Mbappé y también hizo oídos sordos a dicha jugada. La de Rodrygo fue tras una zancadilla de Gorosabel, de las que se suelen pitar en Primera División.

La acción acabó en gol de Kylian Mbappé, pero Sánchez Martínez la anuló e invalidó la jugada posterior.

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Periodista deportivo y cursando por la Licencia UEFA PRO de Fútbol.

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