El presidente de La Liga, Javier Tebas, sigue ofreciendo declaraciones que reflejan una visión desconectada de la realidad.
En su última entrevista durante el World Football Summit Europe celebrado el pasado 18 y 19 de septiembre en Sevilla, Tebas afirmó que «cada día hay menos racismo en el fútbol español».
Tebas hizo estas declaraciones al hablar sobre los incidentes de racismo, en particular los sufridos por Vinicius Jr. en el estadio de Mestalla la pasada temporada. Según Tebas, tras esos sucesos, «todo saltó por los aires», pero aseguró que ya se habían tomado medidas en otros casos anteriores, como los insultos racistas que sufrieron Iñaki Williams y Carlos Akapo, jugador del Cádiz. Incluso comparó la situación actual con la de hace quince años, cuando a Dani Alves le llamaron «mono» y le lanzaron un plátano. Para Tebas, «hay mucho menos racismo ahora que en ese entonces».
En las redes sociales hay cada vez menos racismo porque hay una herramienta que lo controla. Ha disminuido muchísimo respecto a la temporada pasada», dijo Tebas desde una realidad paralela.
Durante la entrevista, también le preguntaron sobre la sanción de 60.000 euros y dos años sin poder entrar a un recinto deportivo que se impuso a un aficionado que insultó a Vinícius en redes sociales. Tebas aprobó la sanción, destacando que podría servir de ejemplo para disuadir futuros comportamientos racistas. Sin embargo, añadió que controlar a los más de 16 millones de espectadores que acuden a los estadios españoles cada año es «imposible».
El problema es que, una vez más, Tebas parece ignorar o minimizar incidentes recientes, como el muñeco de Vinicius que algunos aficionados del Atlético de Madrid colgaron de un puente, reflejando su tendencia a recordar solo lo que le conviene. Para muchos, con dirigentes como él, que niegan la gravedad de la situación, será más difícil acabar con los comportamientos racistas que todavía persisten en los estadios.
A pesar de estar en el siglo XXI, el hecho de que se siga juzgando a personas por su color de piel sigue siendo un problema serio, y la postura de Tebas no facilita el cambio necesario para erradicar estas conductas.
Foto: EFE y Getty
