El FC Barcelona ganó 2-1 tras remontarle el partido al Alavés en Montjuïc. El CTA volvió a hacer de las suyas, nuevamente, en la presente jornada liguera.
En el Bernabéu no señaló claros penaltis, pese a ir 5-1 frente al Valencia, mientras que en Barcelona, todo lo contrario. Una jugada llevó mucho revuelo y fue muy discutida ante el colegiado del choque.
Mateo Busquets, recién ascendido a Primera División, decidió señalar fuera de juego en un lanzamiento de falta, milimétrico, cuando el Alavés estaba volcado al ataque en el minuto 95 del encuentro.
Pitó fuera de juego, de manera muy ajustada, sin necesidad de tirar las líneas del VAR y la repetición que ofreció la realización, de manera «regular», apenas se avistaba si estaba bien pitado o si debía pitar pena máxima.
La jugada la firmó Oriol Romeu, dándole claramente con la mano, en un encuentro que sacó adelante el conjunto de Xavi Hernández antes de irse al parón de selecciones para seguir la estela del Girona y del Real Madrid. Tampoco se pitó una mano en el primer acto de Iñigo Martínez que salvó el 0-2.
Lewandowski remontó con su doblete
El Alavés perdonó de manera clara varias ocasiones y pudo llegar al descanso con un 0-3. Lo hizo con un corto 0-1 y lo terminó pagando cuando las fuerzas empezaron a flaquear y cuando apareció Robert Lewandowski con un doblete salvador para los suyos.
Sin embargo, ¿era penalti de Oriol Romeu? Esa pregunta siempre quedará para la posteridad por este Barça-Alavés que acabó con un 2-1.