Fueron muchos los titulares que la victoria en El Clásico dejaron tras el encuentro entre Real Madrid y Barça en el Santiago Bernabéu el pasado domingo. Un partido en el que, a pesar de que el conjunto blanco se asentó en el liderato y alcanzó los cinco puntos de ventaja frente a los culés, se habló de todo menos de fútbol.

En el caso de Vinícius Jr., por ejemplo, pocos hablaron de la auténtica exhibición que firmó el brasileño, para centrarse en sus gestos al ser sustituido y llevar a muchos a asegurar, tal y como llevan haciendo un año, que Vini tiene un pie y medio fuera del Madrid. Algo que, sin embargo, era de esperar. Lo que otros tantos sin embargo no vieron venir era que acabasen culpando a la plantilla blanca de las patinadas de Lamine.

La prensa se vuelca para proteger a Lamine y poner el foco en el Madrid… 15 años después

Y es que Lamine habló de más en la previa, eso lo sabe todo el mundo. Algo que, por otra parte, no suele salir bien y suele servir para que más de uno se dedique a pasar facturas. Sin embargo, una cosa es hablar de lo que acontece en el césped, y otra aventurarse a lanzar una acusación tan grave y vacua como que “el Madrid roba”. Especialmente teniendo en cuenta que, ayer mismo, la jueza citó al Barça por el caso Negreira y llamó a Joan Gaspart a declarar.

Unas declaraciones que escocieron a los jugadores del Real Madrid, que de una vez por todas han dicho basta ante las burlas del eterno rival. Porque el año pasado, cuando el Barça se impuso en todos los Clásicos, fueron comunes las manitas al aire, los balones de playa, y los dardos en redes. Algo que, sin embargo, no ocurrió hace dos, cuando el Madrid arrasó y venció en todos los Clásicos.

Sin embargo, esta vez Lamine se pasó de la raya. Y encima, para más inri, no se presentó en ese gran escenario que días antes había catalogado como suyo. Y al acabar el partido, los más veteranos no dudaron en recordarle que a veces hablar de más te hace de menos. Primero lo hizo Dani Carvajal, y después Thibaut Courtois.

Un gesto claro, conciso, y educado: Carvajal citó a Lamine el ya clásico “habla ahora”. Lamine, como era de esperar, ni mucho menos se achantó. En su lugar, y en vez de magnificar las consecuencias de sus palabras, invitó a una pelea a todo el que se cruzaba en su camino. Primero Carvajal, luego Courtois y, en última instancia, Vini.

Lo que sí ha sido sorprendente, al menos para unos pocos, es la reacción de la prensa patria. Y es que en una balanza en la que no han pesado ninguna de las provocaciones lanzadas por los culés durante este año, ni siquiera las recientes palabras de Lamine, sí han llegado a una conclusión: “El Madrid vuelve a romper la Selección”.

Un discurso que traen de casa de sobra aprendido, y que fundamentan poniendo el foco en la reacción de Carvajal en lugar de la acción de Lamine. Porque Carvajal, claro, es el capitán de la Selección, y no puede reaccionar de esa manera. Se les olvida a algunos que Carvajal también es el capitán del Real Madrid, y si ve cómo alguien falta el respeto a su club, su labor es defenderlo.

Misma situación con la que nos topamos hace exactamente tres lustros. Piqué sacaba la manita en el Bernabéu, Xavi menospreciaba al Madrid en entrevistas, y Messi daba balonazos a los aficionados blancos. Sin embargo, el culpable del mal ambiente en la Selección era el Real Madrid por no dejarse pisar. Mismo discurso, distintos protagonistas.

Un discurso vacío y preconcebido que poco o nada tiene que ver con la realidad. Y de ser así, este tipo de actitudes justifican a un aficionado madridista cada vez más desapegado del combinado nacional. Y es que como bien dijo en su día un tal José Mourinho, el señorío consiste en morir dentro del campo, no en poner la otra mejilla.

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Periodista deportivo que cubre la actualidad del Real Madrid.

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