El Real Madrid cumplió con su propósito antes de ir al parón de selección. Solo cabía la victoria y fue justo lo que ocurrió. Tras ver cómo se resistía el gol, apareció la electricidad de Vinicius para desactivar el entramado groguet. El tercero fue de Mbappé que terminó yéndose tocado, sustituido, y directo a vestuarios por sus molestias previas al virus FIFA.

Ganar o ganar. Al Real Madrid no le quedaba otra frente al Villarreal en el Bernabéu. Venía de la malísima imagen en el derbi, ante su afición, tras «perdonarse» con la goleada al Kairat Almaty en Europa. Xabi revolucionó el once y puso de su parte volviendo a ese sistema de 3 centrales, con Mastantuono como hombre clave junto a Arda, manteniendo a Vini y Mbappé y con Valverde – sin polémica alguna – apareciendo como uno de los laterales abiertos (o carrileros) para desplazar a la zaga del Villarreal.

El Real Madrid trató de imponer su ley en el Bernabéu e implantó un monólogo total durante el primer acto. 12 disparos (1 a portería) y un conteo de ocasiones que vino procedido de un 73% de posesión ante los groguets. Ellos tuvieron la primera en el 40′ y tuvo que aparecer Courtois en su modo más salvador.

Las del conjunto del míster de Tolosa llevaron el nombre de Mbappé, Arda o un posible penalti sobre Tchouaméni – que sí que se pitó en el derbi del Metropolitano – aunque, sin duda alguna, la más clara llevó el sello de Mastantuono que bloqueó Veiga y salvó su primer gol en Liga en el Santiago Bernabéu tras ese estreno en el Ciutat ante el Levante.

Vini sonríe y pone el 1-0

Al descanso se llegó con el 0-0 y Xabi, sin mover el banquillo, vio como la suerte caía de su lado y encontraba el primer tanto de la noche por medio de una acción fortuita tras una jugada de Vinicius Júnior por banda izquierda y que finalizó el de Río de Janeiro rematando en Comesaña y sorprendiendo a Arnau Tenas. La falta de puntería del primer tiempo tuvo «premio» con un rebote que caía del lado merengue.

El Villarreal buscó la reacción, acto seguido, pero no pudo atinar. Xabi detectó flaquezas en la retención de balón y quitaba a Arda y Ceballos para poner a Bellingham y Camavinga en la última media hora de partido. Surtió en efecto ya que minutos después llegó el 2-0 que dejaba visto para sentencia el encuentro en el Bernabéu.

Vini, «yo me lo guiso y yo me lo como», fue justo lo que hizo. Fabricó una nueva jugada de peligro por la izquierda y sacó petróleo con el derribo de Rafa Marín. Vinicius marcó su doblete anotando la pena máxima tras el detalle de Mbappé cediéndole el esférico para marcar ante Tenas. Lo celebraron juntos e imperaba la felicidad de vuelta en el Bernabéu.

El Villarreal, queriendo aguar la fiesta, encontró de la nada un golazo por medio de Mikautadze con un disparo ajustado a la portería de Thibaut Courtois, imposible para el belga, para poner el 2-1 en el coliseo blanco. Parecía que el partido se iba a complicar y que los de Marcelino iban a conseguir su propósito… pero la realidad fue que todavía faltaba por aparecer el «10».

Mbappé, gol ¿y lesión?

Kylian marcó el 3-1 y finiquitó del todo el partido. Una recuperación perfecta de Bellingham que servía en bandeja Brahim al de Bondy y no fallaba. Mbappé vio portería, pero un minuto más tarde daba el susto al tirarse al suelo sintiendo unas ligeras molestias que le enviaban a vestuario. Justo antes del parón de selecciones con Francia, el galo se iba sustituido y queda en el aire si podrá ir con la selección por la llamada de Deschamps.

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Periodista deportivo y cursando por la Licencia UEFA PRO de Fútbol.

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