El Real Madrid de Xabi Alonso se ha reforzado con una clara visión de futuro, y el técnico de Tolosa ha sido una pieza clave en la confección de la nueva plantilla.
El club blanco ha cerrado los fichado a tres jóvenes promesas que, según diversas fuentes, fueron una petición expresa del nuevo entrenador: el defensa neerlandés Dean Huijsen, el lateral español Álvaro Carreras y el prometedor atacante argentino Franco Mastantuono.
Con las incorporaciones de Huijsen y Carreras, Alonso busca fortalecer una defensa que, con las salidas de jugadores veteranos, necesitaba una inyección de juventud y talento. El técnico ha visto en ambos futbolistas el perfil que necesita para su esquema. De hecho, Huijsen y Carreras ya se han consolidado como piezas importantes en los primeros partidos de la temporada, demostrando que la confianza de su entrenador no fue en vano.

Por su parte, el fichaje de Mastantuono representa la apuesta por el futuro del ataque madridista. A sus 18 años, el talentoso jugador de River Plate, que firmó por el Real Madrid al cumplir la mayoría de edad, es considerado una de las mayores joyas del fútbol argentino. Su llegada, también avalada por Xabi Alonso, confirma la estrategia del club de seguir sumando a su plantilla a los futbolistas jóvenes más prometedores del panorama mundial.
Alexander-Arnold, el fichaje que no necesitó el visto bueno de Alonso
Mientras que los tres jóvenes talentos llegaron al Real Madrid con el beneplácito de Xabi Alonso, hubo otro gran fichaje en el lateral derecho que se gestionó de manera independiente: el de Trent Alexander-Arnold.

El club blanco cerró la incorporación del lateral inglés procedente del Liverpool antes de la llegada del técnico español, con el objetivo de reforzar la banda derecha y aprovechar que el jugador se encontraba en la recta final de su contrato.
Alexander-Arnold llegó a un acuerdo con el club madrileño, firmando un contrato de seis temporadas. Aunque su fichaje ya estaba prácticamente cerrado antes de que Xabi Alonso se hiciera con las riendas del equipo, el inglés se puso a las órdenes del técnico para el inicio de la pretemporada y el Mundial de Clubes.
La llegada de Alexander-Arnold al Madrid se produjo en gran parte gracias a la mediación de su compañero de selección, Jude Bellingham, quien tuvo un papel fundamental en convencer al lateral de unirse al proyecto blanco.

