Xabi Alonso está tropezando en los mismos errores que han tenido otros tantos entrenadores a lo largo de la historia del Real Madrid. La «trituradora» – el vestuario de estrellas – pone la maquinaría en marcha y está en sus manos plegarse ante ello y ceder o meter mano y tirar de los jugadores que realmente quieran jugar todos los partidos.
Lejos de señalar nombres, lo cierto es que ayer se salvan muy pocos. En Liverpool tres cuartos de lo mismo. La sensación es apática en un vestuario que cuando quiere rinde, tal y como demostró en el Clásico del Bernabéu frente al FC Barcelona para callar las voces críticas y tapar la boca a Lamine Yamal en sus constantes provocaciones. Ayer no había alicientes, a juicio de lo visto, y el Rayo pasó por encima (a nivel físico y mental) de la actitud del Real Madrid.

La mano de Xabi dictará sentencia. Con Ancelotti, acomodados todos, brindaron años de excelencia y años de desastre. Lo mismo le pasó a Zinedine Zidane. Al de Tolosa le sobrepasa la situación, de momento, y le obligan a cambiar el chip. El Real Madrid va líder de Liga y está en el TOP-8 de la Champions, sí, pero las sensaciones no están siendo las mejores en los días en los que toca dar la talla.
¿Y dónde están Endrick y Gonzalo?
Los cambios de Xabi en Vallecas fueron Militao por Huijsen (que tenía amarilla), Trent por Valverde, Ceballos por Arda y Rodrygo por Brahim. Se necesitaba la figura del Joselu de turno… y se volvió a quedar exenta. Y existe. ¿Dónde están Gonzalo y Endrick?

Gonzalo, cabe recordar que fue el máximo goleador del Mundial de Clubes, solo ha tenido 96 minutos en Liga y 12′ en Champions. El Bota de Oro del torneo de Estados Unidos apenas ha podido salir de titular ante el Espanyol y muy lejos de su posición de delantero centro. Y fue sustituido en el minuto 61 de partido con 2-0 en el marcador.
Lo de Endrick es cosa distinta. Fue uno de los fichajes jóvenes brasileños que más dinero ha costado y su bagaje se reduce únicamente a jugar 11 minutos frente al Valencia. Lejos, muy lejos, de los 847 minutos que le dio Ancelotti y que parecían, a todas luces, totalmente insuficientes. En ese lapso de tiempo dejó 7 goles y 1 asistencia siendo fundamental para desatascar algún que otro encuentro.
Foto: Víctor Cantero//Dinastía Blanca

