El 0-4 que endosó el Barça al Real Madrid ha dejado a un gran señalado a juicio de Carlo Ancelotti, según The Athletic.
La situación en el vestuario del Real Madrid se ha vuelto cada vez más tensa, con críticas hacia la preparación física y la falta de coordinación entre los jugadores.
Según informa The Athletic, estas quejas han ido en aumento en las últimas semanas, reflejando un malestar creciente entre los futbolistas sobre la gestión del cuerpo técnico liderado por Carlo Ancelotti.
Dentro del vestuario, algunos jugadores han expresado su frustración respecto a los métodos de trabajo de Antonio Pintus, el preparador físico del equipo. Se considera que sus enfoques son poco exhaustivos y, en algunos casos, anticuados.

Esta percepción ha llevado a que algunos miembros del equipo crean que la falta de trabajo físico riguroso está lastrando el rendimiento en el campo. Sin embargo, no todos comparten esta opinión; otros jugadores defienden que las lesiones son parte del juego y que hay múltiples factores que influyen en el estado físico de la plantilla.
Las tensiones en el cuerpo técnico han estado presentes durante meses, y aunque Ancelotti intenta mantener la calma y la unidad, es evidente que la presión de los resultados ha comenzado a hacer mella en el ambiente. La diferencia de opiniones sobre la preparación física ha acentuado las divisiones, y la falta de un enfoque cohesionado podría estar afectando la moral del equipo.
Mientras la temporada avanza, el Real Madrid se enfrenta a un dilema: mejorar su rendimiento en el campo o seguir luchando con una falta de coordinación que podría costarles preciosos puntos en la Liga y la Champions.
La situación requiere atención urgente, ya que la confianza en el cuerpo técnico y en los métodos de preparación es fundamental para el éxito del equipo. Ancelotti y su cuerpo técnico tienen un gran desafío por delante si quieren revertir esta situación y recuperar la armonía en el vestuario. Y apuntan y disparan a Antonio Pintus, hombre de club e independiente al staff técnico de Carletto.
Foto: Reuters

