Xabi Alonso ha tomado una decisión drástica antes del duelo ante la Juventus: cortar de raíz las filtraciones de alineaciones. El técnico tolosarra detectó que se habían filtrado los onces ante Al Hilal y Salzburgo, y actuó de inmediato. No hubo reuniones privadas, pero sí un mensaje muy claro: «No se va a permitir ni una más». Fue un aviso al aire… que todos entendieron.
En la previa del Real Madrid–Salzburgo, se dio la primera muestra de esa nueva política interna. El once titular se conoció una hora y media antes del encuentro, muy lejos de las costumbres de etapas anteriores, como la de Carlo Ancelotti, donde los onces circulaban entre medios y redes hasta dos horas y media antes del pitido inicial.

El topo, en el punto de mira
No hay nombres. No se ha revelado públicamente quién está detrás de las filtraciones, pero en el vestuario se sabe que alguien filtraba. Filtrar alineaciones no es algo menor: condiciona los partidos, ofrece ventajas al rival y debilita la cohesión interna. Y por eso, Xabi no va a pasar ni una más.
Hubo un toque interno, sin señalar directamente a nadie, pero todos saben que el topo ha sido detectado. El entrenador vasco ha dejado claro que quien no respete la privacidad del grupo no tendrá hueco en sus planes. Y no es una amenaza vacía: ya se han producido decisiones que apuntan directamente a una limpieza en los canales de información.
¡Nuestro XI inicial!
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) July 1, 2025
@JuventusFC pic.twitter.com/iYEnUy4k4a
Nuevo código: hermetismo absoluto
Xabi quiere un equipo hermético, serio y comprometido. En un torneo como el Mundial de Clubes, donde los márgenes son pequeños y cada detalle cuenta, las filtraciones son un lujo que no se puede permitir.
No es solo una cuestión de alineaciones: el control de la información es parte del modelo de gestión del técnico. Xabi Alonso construye desde dentro, y no va a permitir grietas en el vestuario. Su estilo no es negociable. Y este nuevo código de silencio es parte de su plan. Ya no hay margen para el error. El mensaje ha calado. Nadie quiere ser el señalado. Y el Real Madrid entra en la fase decisiva del Mundial con una premisa clara: ni una sola filtración más.