Después de una temporada con más sombras que luces en el Real Madrid, Dani Ceballos ha vuelto a su hogar, Sevilla, para disfrutar de unos días de desconexión. Al pisar la tierra que lo vio crecer futbolísticamente, se le escapó una sonrisa que refleja cariño y nostalgia.
“El Betis es mi casa y siempre lo va a ser,” confesó con sinceridad cuando se le preguntó por el club que le dio la oportunidad profesional. No es la primera vez que Ceballos habla con tanto sentimiento de su equipo de toda la vida, y esta vez añadió: “Ojalá tenga la puerta abierta siempre.”
Tensión por la situación
Aunque el ambiente era de descanso, la pregunta sobre su próximo destino no faltó. Con gesto tranquilo, Ceballos aclaró que “todavía no ha habido reuniones” con ninguna de las partes. Su agenda está libre por ahora, pero en el horizonte asoma la necesidad de tomar una decisión.

El mediocentro sabe que Xabi Alonso confía en otros perfiles para el centro del campo, y que un regreso al Betis encajaría a la perfección: podría convertirse en pieza clave en Heliópolis y reencontrarse con la pasión de la afición verdiblanca.
Un reencuentro con sabor a futuro
Las imágenes de Ceballos paseando por Triana o comiendo con amigos del barrio rebosan naturalidad, pero tras esa calma se adivina una encrucijada profesional. Su corazón palpita entre el césped del Villamarín y el césped del Bernabéu.
Por ahora son días de familia, amigos y recuerdos. Pero cuando acaben estas vacaciones, Ceballos tendrá que decidir si su próximo capítulo empieza de nuevo en Sevilla o sigue escribiéndose en Madrid. Y lo hará con el mismo compromiso y pasión que lo han acompañado siempre.

