Dentro de todos los frentes abiertos que el Real Madrid tiene el mercado, la operación defensa central se ha convertido en una de las grandes prioridades del conjunto blanco. Un hecho que quedó constatado durante la pasada campaña, en la que el centro de la zaga fue una de las zonas del campo más afectadas del campo por las lesiones, por lo que reforzarla era la prioridad absoluta.
Y antes de llevar a cabo ningún otro fichaje, Dean Huijsen aterrizó en La Casa Blanca como un fichaje que muchos en Valdebebas consideran generacional. Y así lo ha demostrado el ex del Bournemouth en el Mundial de Clubes, en el que se consolidó como principal bastión de la zaga merengue. Sin embargo, ni siquiera está inversión ha hecho que Florentino Pérez pretenda detenerse en esta búsqueda.
El Real Madrid tiene un gran deseo para el centro de la zaga… y un diamante en casa
Y es que la situación en lo relativo al centro de la zaga es, cuanto menos, comprometida. Huijsen y Asencio parten como los únicos centrales totalmente sanos de la plantilla con una proyección de futuro a largo plazo. Eder Militao, por su parte, reúne todas las condiciones para ser generacional, pero las dos gravísimas lesiones que ha sufrido hacen que el cuerpo técnico vaya con pies de plomo en lo relativo a su desarrollo.
En el caso de Antonio Rüdiger, ha rendido como el que más está pasada temporada, pero en La Casa Blanca saben que se encuentra cerca del ocaso de su carrera. Por último, en lo relativo a David Alaba, la realidad es que pocos creen en la posibilidad de que el austriaco regrese a ese nivel de élite. Y precisamente por ello, la búsqueda de un central para la próxima década se ha convertido en una de las grandes prioridades del Real Madrid.
Y en este sentido, Ibrahima Konaté se ha convertido en el gran objetivo en La Casa Blanca. Un objetivo que, sin embargo, está previsto para 2026, fecha en la que finaliza su vínculo con el Liverpool, y a partir de la cual el Real Madrid querría repetir la operación Trent para que se incorporase al conjunto blanco a coste cero. Sin embargo, si el Liverpool se pone duro, nadie descarta realizar una oferta a la baja para hacerse con los servicios del central francés este mismo verano.
Una oferta que solo se dará en las condiciones marcadas por el conjunto blanco: no superarían los 30 millones de euros por un jugador que podría llegar gratis el próximo verano. Y precisamente esto provoca que esta sea una operación muy compleja a corto plazo. Un hecho que, sin embargo, no preocupa lo más mínimo en el Real Madrid, ya que hay un nombre propio con el que todo el mundo cuenta: Joan Martínez.
La joven perla de La Fábrica ya sorprendió a propios y extraños durante la pretemporada pasada, en la que llegó a debutar con el primer equipo. Sin embargo, el infortunio se cruzó en su camino en forma de grave lesión de ligamento cruzado, que lo ha dejado lejos de los terrenos de juego un año. Y precisamente por ello, su redebut en el Castilla a las órdenes de Arbeloa ha sido una de las noticias recientes más celebradas en La Casa Blanca.
El regreso del que muchos en el Real Madrid, incluido Florentino Pérez, consideran el hijo pródigo, además de un gran candidato a asumir el puesto de defensa central durante la próxima década en el conjunto blanco. Por edad, por condiciones y por proyección, es más que factible que Joan sea uno de los estandartes de la defensa blanca durante la próxima década.
Sin embargo, la prioridad en el caso de Joan es una paciencia absoluta. El club tiene claro que no acelerará en ningún caso en la recuperación del central. Los tiempos los marcará el equipo médico, y su participación con el primer equipo estará ligada a su rehabilitación. Lo que sí tienen claro en el Real Madrid es que, independientemente de lo que ocurra con Konaté este verano o el siguiente, Joan Martínez será una pieza fundamental para el futuro Real Madrid.