Xabi Alonso acabó con el larguísimo debate que mantenía Carlo Ancelotti y se trasladaba en cada penalti. Esa imagen de los jugadores hablando y preguntando, entre ellos, quién lanzará los penaltis ya es historia.
Con el de Reggiolo no había orden. «Van a decidir entre ellos quién tirará los penaltis». Se los repartieron entre Vinicius, Mbappé y Bellingham, en función de quién estaba en el campo, y entre ellos mismos – a plena luz – se discutía quién era el ejecutor.
Llegó el de Tolosa y en el Mundial dejó claro que cada lanzador de penalti irá definido según el partido. Lo llevarán estudiado de casa y los propios futbolistas sabrán el orden jerárquico para las penas máximas.

Ante Osasuna no hubo debate. Trent Alexander-Arnold recogió la pelota y se la dio a Kylian Mbappé. El de Bondy fue el ejecutor y no hubo ninguna polémica. Lo marcó, no falló, y se convirtió en el elegido a ojos de Xabi en el principal lanzador de penaltis.
¿Y el siguiente?
El siguiente penalti también será para Kylian Mbappé. El galo lanzará todos los penaltis siempre y cuando esté en el campo. Si se da la circunstancia de que el francés no está, Vini Jr. será el encargado de tomar la responsabilidad.
En caso de no estar ni Mbappé ni Vini, el tercero es Bellingham y el cuarto, si tampoco está el inglés, será Fede Valverde. Los cuatro están decididos y saben el plan de Xabi para lanzar penaltis y tener máxima efectividad desde los once metros.

