En el Real Madrid todo se mira bajo una lupa y cualquier desencuentro es mal visto por el futuro de la propia entidad. El caso de Bravo chirría mucho en las últimas horas.

Iker Bravo vuelve a estar bajo la lupa tras la expulsión de ayer en Valladolid, que le costó muy caro al Juvenil A de Arbeloa.

El partido iba empatado y Iker Bravo intentó pegar una patada sin balón a un jugador vallisoletano; el colegiado le mostró amarilla. Iker siguió protestando y le mostraron la segunda.

Era el minuto 49, y el Madrid acabó perdiendo el partido por 3-1. No es la primera vez que pasa esta temporada; ya le sucedió lo mismo ante el Sanse, vio la doble amarilla y dejó con diez a su equipo.

El año pasado, en el Castilla, había muchas expectativas con el delantero catalán. Raúl le dio confianza en los primeros partidos, pero Iker Bravo decepcionó con su bajo rendimiento y su comportamiento fuera del campo.

Al final de la temporada, Raúl y el club decidieron bajarlo al Juvenil A de Arbeloa para ver si recuperaba su nivel y darle una segunda oportunidad.

Al principio de esta temporada, parecía más centrado, marcó 4 goles en las primeras jornadas y dio 2 asistencias. Parecía que había reconducido su situación, pero en las últimas jornadas ha vuelto a las andadas con dos expulsiones y un bajón en su rendimiento, lo que llevó a Arbeloa a quitarlo del once titular.

Si sigue así… se va

Desde el club ya están perdiendo la paciencia con el delantero y si no cambia de actitud, no continuará en el Real Madrid la próxima temporada.

Consideran que ya le han dado muchas oportunidades y no las ha aprovechado. Es una pena porque tiene muchas cualidades para triunfar si se lo tomara más en serio.

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Periodista deportivo con más de 10 años de experiencia en redacción de artículos online. Llevando la dirección de varias páginas. También con experiencia narrando partidos de fútbol en varias emisoras de radio y cubriendo eventos en directo.