Munuera Montero se convirtió rápidamente en el mayor enemigo del Santiago Bernabéu durante el Real Madrid-Espanyol.
El Real Madrid dominaba, sin goles, pero se resistía a romper la igualdad inicial. Joan García le quitaba una ocasión clara a Mbappé y frenaba todas las acometidas madridistas en el área rival. El partido estaba en zona tranquila para ambos conjuntos, con el 0-0, y sin vivir de polémicas.
Eso cambió a partir del minuto 30. La tendencia arbitral empezó a cambiar a raíz de una cartulina amarilla a Kylian Mbappé que se inventaba el colegiado mostrando su doble criterio y en el minuto 40 se vivía la mayor polémica hasta el momento.
Un manotazo temerario de Cabrera sobre Fran García, en un ataque, se quedaba en nada y encendía al público merengue presente en el estadio.

