El Real Madrid perdió 0-4 frente al FC Barcelona en el Clásico de Liga en el Santiago Bernabéu.
El madridismo no merecía esto. Se volcaron desde primera hora de la mañana con el Clásico y acabaron con un sonrrojante 0-4 en el Bernabéu. El doblete de Lewandowski abría la casa de los truenos y el segundo tiempo fue nefasto a todos los efectos para los madridistas y de máxima efectividad para los culés.
Carlo Ancelotti preparaba cambios para su once titular frente al FC Barcelona y, fiel a su estilo, así mismo ha sido. El de Reggiolo saca a Andriy Lunin, Lucas Vázquez, Éder Militao, Antonio Rüdiger, Ferland Mendy, Aurélien Tchouaméni Fede Valverde, Eduardo Camavinga, Jude Bellingham, Vini Jr. y Kylian Mbappé.
El Real Madrid empezó con vértigo, tratando de ir envalentonado al compás con su afición, y Kylian Mbappé gozaba de la primera oportunidad en el primer minuto de juego. La línea alta de los de Flick dejaba espacio al de Bondy que no podía definir ante Iñaki Peña. La réplica la daba Lewandowski en el 9′, aunque sin poder rematar de volea un balón que le llegaba en buena posición.
El Barça seguía asumiendo riesgos con la línea defensiva adelantada y Mbappé buscaba probar fortuna ante Iñaki Peña descolocado y perdonaba el 1-0. Al igual que Lamine Yamal en un mano a mano ante Lunin dándosela al muñeco o Raphinha en el minuto 20 disparando desde lejos para probar al meta ucraniano y sin atinar a ver portería, al igual que Vini Jr. en el 22′ con la réplica. El Clásico iba marcado por los errores y la imprecisión.
Camavinga rozaba de otra ocasión de peligro, en el minuto 25, pero nuevamente la estampaba al lateral de la red, al igual que Mbappé, cuando había hecho todo bien en la previa al tiro. Militao, providencial, salvaba una buena parada de Lunin a Pedri cuando ya estaba Lewandowski con la caña preparada para el remate. El partido iba 0-0 y ese era el mayor milagro en La Castellana visto el arsenal ofensivo de ambos.
Gol anulado a Mbappé
La jugada más clara llegó en el 31′ cuando Sánchez Martínez anulaba por fuera de juego semiautomático de Mbappé el primer gol de la noche al superar con facilidad a la defensa en otro balón en largo.

El milagro era ir 0-0 y no ver goles en los primeros 45 minutos. La imprecisión se apoderó del Clásico y Mbappé, que encontró el 1-0, se quedó con el molde en la celebración de su golazo al ser anulado. Sánchez Martínez decretó el final del primer acto y con eso se fueron los protagonistas al túnel de vestuarios.
Flick, en el tiempo de descanso, aprovechó para hacer un cambio: Frenkie de Jong por Fermín. Ancelotti, como primera reacción, mandaba a calentar a Brahim, Modric, Fran García, Dani Ceballos y Arda Güler como posibles sustituciones.
Lewandowski abre la lata y fugaz 0-2
El FC Barcelona golpeaba primero en el marcador en una jugada en largo que finalizaría Robert Lewandowski para batir a Lunin con la máxima tranquilidad. El polaco, hombre gol de los culés, definía con la máxima sangre fría para el 0-1 en el minuto 52. Empeoraban las cosas con el 0-2, tras un gran pase de Balde, con la misma definición del «9» del Barça. Encendía al Bernabéu, tal y como pasó ante el Borussia Dortmund hace unos días.
Mbappé perdonaba ante Iñaki Peña, aunque la jugada estaba invalidada. Al igual que la del 65′ que acabó en gol de Mbappé. Eran 10 fueras de juego, de los blancos, que se partían totalmente en los ataques para hacer la transición defensiva que sí que hicieron bien durante el primer tiempo. El Barça, en la siguiente, perdonaba el 0-3 estampándola contra el poste por medio de Lewandowski.
El Real Madrid perdona dos veces el 1-2 y Lamine marca el 0-3
El Real Madrid perdonaba la que tenía, por medio de Jude Bellingham y Kylian Mbappé, para tratar de acortar diferencias y buscar la épica. Parecía no ser el día para ello y Ancelotti buscaba agitar el avispero dando entrada a Brahim Díaz.
Y todavía iba a peor con un golazo de Lamine Yamal en el minuto 77 para poner el 0-3 en el marcador en el contragolpe. Todavía no se acababa la tormenta de goles azulgranas ya que en el minuto 83 marcaba Raphinha con una vaselina para superar a Andriy Lunin y poner el vergonzoso 0-4.
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