El madridismo no ha tardado en tirar de sorna tras la celebración de Lamine Yamal en el amistoso que el Barcelona ganó 3-7 en Seúl contra un rival de nivel discreto.
La joven estrella azulgrana celebró su gol con un gesto clónico al que en su día le hicieron a Toni Kroos en la Décimoquinta de 2024, cuando Jude Bellingham le dedicó un guiño en la final de Champions frente al Borussia Dortmund.
Aunque la ocasión era distinta, la afición merengue no pasó por alto el guiño: “Siempre hubo clases”, titulan en redes, recordando que aquel guiño de Bellingham a Kroos fue genuino, cargado de complicidad entre compañeros, mientras que el gesto de Lamine suena a fake y a intento de provocación… uno más.
La celebración que revive una polémica
La jugada en Seúl aconteció tras una gran jugada individual de Lamine, quien definió con tranquilidad ante el portero rival. Alzando el brazo y colocando la mano en la oreja, revivió el famoso instante de Kroos que fue muy aclamado, en su día, antes de firmar su retirada tras ganarlo absolutamente todo. Ahora, en una situación frívola ante un rival flojo, el recurso ha molestado más que divertido.
Aquel gesto entre Bellingham y Kroos simbolizaba respeto mutuo y unidad de vestuario, no un alarde de superioridad. Por eso, en foros y redes sociales se lamenta que Lamine, nuevamente, -ya hizo la famosa celebración de Cristiano Ronaldo en un Clásico – recurra a imitaciones en lugar de construir su propia historia.