Éder Militão se ha convertido en una de las noticias más positivas de la pretemporada del Real Madrid. Su vuelta a sensaciones y esa chispa que mostró en los entrenamientos han encendido las buenas alarmas en Valdebebas:
Xabi Alonso tiene previsto arrancar la temporada con Dean Huijsen y Antonio Rüdiger, pero su plan a medio plazo pasa por recuperar a Militão para que compita por ese puesto. Cuando alcance el nivel físico óptimo, el brasileño entrará de lleno en la rotación y pondrá presión a un Rüdiger que, a sus 32 años, llega con limitaciones físicas que hay que dosificar.
La idea del cuerpo técnico es clara: salvaguardar el rendimiento colectivo sin renunciar al talento individual. Huijsen ofrece juventud, lectura y recorrido; Rüdiger aporta temple, experiencia y presencia. Militão, por su parte, combina potencia y salida de balón cuando está a su mejor nivel, y Xabi quiere tener todas esas variables disponibles para elegir el mejor bloque en función del rival y la acumulación de partidos.

La hoja de ruta pasa por ir incorporando al brasileño con prudencia para evitar recaídas y aprovechar su capacidad para medir duelos y jugar en espacios reducidos.
Militão, la esperanza física del Madrid
En los días de trabajo conjunto, Militão ha dejado detalles que ilusionan: en el amistoso a puerta cerrada ante el Leganés materializó un golazo desde el centro del campo, un gesto de confianza que refleja que no solo la preparación física va por buen camino, sino también la confianza propia en su técnica y lectura del juego. Ese tanto, aunque en un ensayo, es un síntoma de que el jugador vuelve a sentirse decisivo y con instinto para cambiar partidos.
Xabi y el cuerpo médico han diseñado un plan individualizado para él: cargas progresivas, sesiones específicas de fuerza y recuperación y partidos controlados para medir cómo responde a la alta intensidad. La idea no es precipitarse: con competiciones múltiples por delante —Liga, Champions y Copa— la gestión de minutos será determinante para que el rendimiento de Militão sea sostenible.
Qué supone para la defensa del Real Madrid
Si Militão recupera la mejor versión, el Real Madrid ganará en opciones tácticas. Xabi podrá rotar sin perder solidez: Huijsen garantiza frescura y salida limpia; Rüdiger aporta experiencia en choques de máxima exigencia; Militão da la variable de potencia y capacidad de anticipación. Además, la competencia interna obliga a todos a mantenerse al máximo, algo que Xabi quiere convertir en ventaja.
En definitiva, el mensaje desde Valdebebas es de prudente optimismo: Militão suma talento y enchufes que el equipo necesita, pero su regreso se hará con cabeza para que su aportación sea decisiva a lo largo de la temporada y no un pico pasajero. Xabi tiene el plan; ahora toca ejecutarlo con cuidado y ver si el brasileño confirma que la pretemporada ha sido el primer paso hacia su regreso total.