Vinícius José Paixão de Oliveira Júnior nació el 12 de julio del 2000. Ese día, en las humildes favelas de São Gonçalo, nadie sabía que estaban delante de una futura estrella del fútbol mundial.
Sus padres, Vinícius y Fernanda, tuvieron a Vini Jr. en el peligroso barrio de Porto do Rosauna y todavía no sabían lo que podría ocurrir en la temporada 2023-2024 con su hijo. Estaban ante el nacimiento de su leyenda.
Tampoco lo sabía un Vinícius que se encontraba solo ante el peligro. En 2018 llegó al Real Madrid para sustituir a Cristiano Ronaldo, con el fichaje fallido de Mbappé, y en años posteriores fue perdiendo a los mejores compañeros de vestuario, a los mejores futbolistas del planeta. El que más dolió fue el adiós de Karim Benzema. Años antes hicieron historia juntos, pero Vini recogió el testigo en la 2023-2024 y lo hizo para apuntar directamente al Balón de Oro.
¿Y quién se lo iba a decir a un Vinícius que empezó la temporada con problemas musculares? Sufrió una lesión en el músculo flexor de la pierna y cuando se recuperó y volvió a su mejor nivel, justo marcándole gol al Valencia en el Bernabéu, volvió a caer lesionado con Brasil en los compromisos internacionales por lesión en el fémur. Su temporada pintaba a ser muy complicada. Y había que unir todos los feroces ataques racistas que recibió el de Río de Janeiro en algunos campos de la Liga con anterioridad. Volvían a la palestra de manera mucho más grave y notoria.
Los números de Vini en 2024
En la Supercopa de España marcó diferencias con un hat trick brillante en la gran final contra el FC Barcelona. Los azulgranas no sabían ni por dónde les venía Vini Jr y solo podían frenarle con falta. El 4-1 llevó su sello y Vinícius terminó quedándose con el MVP del torneo por pleno merecimiento.
Vinícius fue fundamental para eliminar al Leipzig en una eliminatoria de Champions que se había complicado y su gol fue acompañado por una racha goleadora ante Valencia (por partida doble), Celta y también por partida doble en El Sadar contra Osasuna.

«Solo quiero jugar a fútbol»
Lo actos racistas, en dicho partido en Pamplona, prosiguieron de manera mucho más grave llegando a desearle lo peor. Y Vini solo quería hacer lo que mejor sabe hacer: jugar a fútbol. «Irme del Madrid sería dar a los racistas lo que quieren. Yo solo quiero jugar a fútbol», comentaba entre lágrimas en Valdebebas antes de un Brasil-España que se programó para combatir contra el propio racismo que le azotaba en la Liga española.
Unas semanas después se consagró como el gran favorito para ganar el Balón de Oro. Llegaba el Manchester City al Bernabéu y Vini lideraba a los suyos con un doblete de asistencias para llegar con un 3-3, todo vivo, a la vuelta en el Etihad.
En Inglaterra no consiguió marcar, pero fue determinante en el gol de Rodrygo, previa asistencia, que permitió al Real Madrid emprender una lucha titánica y ganar la eliminatoria desde los once metros.
Un punto de penalti que, curiosamente, le permitió ganar media Liga al Real Madrid. Con gol de Vinícius, otra vez, exhibiéndose ante el FC Barcelona de Xavi y alejándoles de manera definitiva en la lucha por el título nacional doméstico. Suya fue la asistencia que le brindó a Lucas para marcar ante los azulgranas.

Lo mejor todavía, aunque parezca difícil de creer, estaba por llegar. En semifinales de la Champions firmó una serie de antología. En la eliminatoria en la que Joselu se vistió de Anelka, Vini dejó su sello. Primero en el Allianz Arena con un doblete magistral que siempre será recordado por el espectacular pase que le brindó Toni Kroos y por la sangre fría que tuvo para enseñar el 7 en Múnich. En el Bernabéu remató la faena quedándose otra vez con el MVP del partido firmando una de las mayores exhibiciones individuales de toda la temporada y en la que solo le faltó el gol.
Un gol que encontró en Wembley y que redondeó su curso en la final de la Champions League ante el Borussia Dortmund. Vini cumple los 24 años en el mejor momento de toda su vida… y apunta al preciado galardón dorado.